Descubre cómo conservar el queso manchego en perfecto estado para disfrutar de su sabor y aroma durante más tiempo.

El queso manchego es un producto de calidad que requiere de una adecuada conservación para disfrutar de su sabor y aroma durante el mayor tiempo posible.

En este artículo, te contamos algunos consejos para que conserves tus quesos manchegos en perfecto estado y puedas disfrutarlos al máximo. ¡Lee con atención!

Aspectos fundamentales para la buena conservación del queso manchego

1. Temperatura

La temperatura es uno de los factores más importantes a la hora de conservar el queso manchego. La temperatura ideal de conservación es de entre 5 y 10 grados centígrados. Si la temperatura es demasiado alta, el queso se puede estropear rápidamente, mientras que si la temperatura es demasiado baja, el queso se puede secar y perder su sabor.

2. Humedad

La humedad también es un factor determinante a la hora de conservar el queso manchego. El queso manchego necesita una humedad relativa del 80-90%. Si la humedad es demasiado baja, el queso se puede secar y perder su sabor. Si la humedad es demasiado alta, el queso puede desarrollar moho.

3. Envoltura

El queso manchego debe estar envuelto de forma adecuada para evitar que se seque y se contamine. El mejor material para envolver el queso manchego es el papel encerado o parafinado, ya que este material permite que el queso respire sin que se seque. También se puede envolver el queso manchego en papel de aluminio o film transparente, pero es importante que el queso pueda respirar, por lo que siempre dejaremos la corteza al aire.

4. Almacenamiento

El queso manchego debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro. Y en función del tipo de queso, como en el caso de los frescos y tiernos, deberemos conservarlos en la nevera. Mientras que los quesos curados pueden guardarse fuera durante varias semanas.

Conservación según el tipo de queso

  • Quesos manchegos frescos: los quesos frescos tienen mucha humedad y por ello son propensos a la aparición de bacterias. Para evitarlo nunca se deben guardar a temperatura ambiente. Lo ideal sería colocarlos en la parte alta de la nevera, y una vez abierto, conservar siempre en un recipiente con tapa o en un papel film. Otra opción es colocarlo en un papel de cocina, para que absorba el suero que suelte. 
  • Quesos manchegos tiernos: Este queso también debe conservarse en la nevera. Para evitar que el queso se reseque o coja olores y sabores indeseados, de nuevo es recomendable meterlos en un tupper para que no entre aire, o recubrirlos con papel film o de aluminio. Es normal que en ocasiones salga un poco de moho en la corteza. Lo limpiaremos fácilmente eliminando una fina capa con el cuchillo o con aceite de oliva, pudiendo consumirlo con total normalidad. 
  • Quesos manchegos curados y semicurados: Este tipo de quesos tienen la corteza más dura, lo que los hace más resistentes. No es necesario que se conserven en la nevera, pudiendo guardarse en un lugar ventilado, fresco y seco. Lo ideal es conservarlos en una quesera o con papel film, dejando la corteza al aire para que respire y no se seque.

Otra opción de conservación para todos los tipos de queso es sumergirlos en aceite o en manteca, lo que alargará la vida de los productos, dando un toque muy interesante en su sabor. 

Conclusión 

Siguiendo estos consejos, podrás conservar el queso manchego en perfecto estado para disfrutar de su sabor y aroma durante más tiempo. 

Elige siempre quesos de calidad, porque esto también influirá en el tiempo máximo de conservación. Si buscas un queso manchego de calidad, Vega Sotuélamos es una excelente opción.